"Gasten en educación, no en armas nucleares": exhorta el Papa

Jueves, 11 Diciembre 2014 - 4:00pm

Trujillo en Línea.- "Gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones. Dar prioridad a este tipo de gastos es un error y un derroche de recursos que sería mucho mejor invertir en los sectores del desarrollo humano integral, la educación, la salud y la lucha contra la pobreza extrema. Cuando se despilfarran estos recursos, los pobres y los débiles que viven en los márgenes de la sociedad pagan el precio”.

La paz debe construirse sobre la justicia y el desarrollo de los pueblos y no sobre la amenaza nuclear, recordó el Papa Francisco en el discurso con ocasión a la Conferencia sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares, en el que criticó que se dilapide las riquezas de las naciones en detrimento de la educación, la salud y la lucha contra la pobreza.

Señaló que “las consecuencias humanitarias de las armas nucleares son predecibles y planetarias. Y mientras a menudo nos centramos en el potencial de las armas nucleares en los asesinatos en masa, habría que prestar más atención a los ‘sufrimiento innecesarios’ causado por su utilización”.

“Los códigos militares y el derecho internacional, entre otros, condenan desde hace tiempo a las personas que infligen sufrimientos innecesarios. Si esos sufrimientos se condenan durante una guerra convencional, tendrían que condenarse todavía más en el caso de una guerra nuclear. Hay algunos entre nosotros que han sido víctimas de este tipo de armas y nos advierten para no cometer los mismos errores irreparables que devastaron a los pueblos y a la creación”, señaló.

“La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción mutua asegurada –advirtió–, no pueden ser la base de una ética de la fraternidad y la convivencia pacífica entre los pueblos y los Estados... El tiempo de contrarrestar la lógica del miedo con la ética de la responsabilidad es ahora, para promover un clima de confianza y diálogo sincero”.

Francisco recordó que “el deseo de paz, de seguridad y estabilidad es uno de los deseos más profundos del corazón humano, porque está arraigado en el Creador, que hace miembros de la familia humana a todos los pueblos. Esta aspiración no puede ser satisfecha sólo por medios militares, y menos aún por la posesión de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva”.

“La paz –señaló–, debe construirse sobre la justicia, sobre el desarrollo socio-económico, la libertad, el respeto de los derechos humanos fundamentales, en la participación de todos en los asuntos públicos y en la construcción de la confianza entre los pueblos”.

(Fuente: ACI Prensa)

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