La provincia de Chepén está a merced del crimen organizado

Miércoles, 7 Enero 2015 - 11:45pm

Trujillo en Línea.- En l a provincia liberteña de Chepén, la delincuencia y el crimen organizado han puesto en jaque a esta ciudad considerada también como “La Perla del Norte”. El hampa se ha impuesto en todas sus modalidades: sicariato, asaltos y robos.

Según fuentes policiales, en el 2014 se registraron 18 crímenes, casi la mayoría por “ajuste de cuentas” entre bandas que luchan por la supremacía en el cobro de cupos a transportistas, comerciantes y propietarios de pequeños negocios.

Chepén, ubicado al norte de Trujillo, camina a convertirse en tierra de nadie, donde la vida no valdrá nada si las autoridades policiales, locales y judiciales no ponen freno al avance del delito.

Esta provincia es una zona que se caracteriza por ser productora y comercializadora de arroz, al igual que Pacasmayo, Guadalupe y San Pedro de Lloc. Estamos hablando de todo el Valle Jequetepeque.

Desde el pasado 30 de diciembre del 2014, Chepén está más conmocionada que nunca a raíz del asesinato del presidente de la Asociación Civil de Chepén y ex candidato a consejero regional, Joel Quiroz Vásquez, quien fue acribillado –en vísperas de recibir el Año Nuevo 2015- en la puerta de su vivienda ubicada a solo una cuadra de la comisaría de esa jurisdicción.

Aquel fatídico 30 de diciembre, a las 8:00 p.m. el dirigente había descendido de su carro tras recibir una llamada telefónica. Fue en ese momento que dos sicarios aparecieron raudamente a bordo de una moto lineal color roja con negro y dispararon a matar. El líder recibió tres tiros, uno de los cuales le atravesó el pulmón y acabó con su vida minutos después.

Aunque fue trasladado de inmediato al hospital de Chepén, según sus familiares, no había un médico especialista para atenderlo en ese nosocomio y lo derivaron a Chiclayo. Fueron minutos perdidos que jugaron en su contra. El dirigente murió en el trayecto producto de una hemorragia interna.

Los familiares denunciaron que la Policía Nacional llegó horas después y no cercó la escena del crimen para recoger las evidencias que conduzcan a dar con los asesinos.

Para la Policía Nacional, la hipótesis de una venganza contra Joel por afectar a mafias que están impregnadas en el rubro de construcción civil es la más fuerte.

Su viuda Gladys Murga Malca, junto con su familia, aferrados a una fotografía del dirigente, ruegan que su muerte no quede impune. “Era un hombre muy bueno, ayudaba a las personas sin ningún interés, jamás pensó que lo iban a matar y por eso restó importancia a las amenazas”, contó con voz entrecortada llena de dolor e indignación.

Advierte que siente que su vida y la de sus hijos corren peligro. Por eso asegura que pedirá garantías para sus vidas. Además no confía en la justicia de Chepén, por eso solicitará que el caso sea investigado por el Ministerio Público en Trujillo.

“Hay muchos intereses de personas con poder, por eso no confiamos y queremos que el caso se vea en otras instancias si es necesario. Sus amigos de la Asociación están dispuestos a llegar hasta el final para descubrir quién ordenó matarlo”, refirió Gladys Murga, acompañada de sus tres hijos.

Los que lo conocían recuerdan a Joel Quiroz como un verdadero luchador social que se mantuvo firme para denunciar a diversos funcionarios públicos en actos de corrupción. Por eso sospechan que su muerte se trató de una represalia política para silenciarlo.

“Joel era una persona muy entregada al pueblo, acérrimo en denunciar cualquier hecho irregular contra políticos y últimamente contra empresas constructoras que ganaron licitaciones irregularmente, por eso estamos seguros que lo han mandado a matar”, sostuvo Henry Cúneo Morales, miembro de la asociación que presidió la víctima. Los compañeros que lucharon junto a Joel creen lo mismo.

Durante los últimos años el dirigente fue víctima de amenazas a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto y manuscritos. “Deja de molestar o te vamos a dar un regalito y te arrepentirás”, eran las amenazas que recibía, según nos cuenta uno de sus compañeros de la asociación.

Sin embargo, esto no lo amilanó y siguió denunciando irregularidades de la gestión aprista y el mal uso de recursos públicos en la ejecución de obras.

Las amenazas no cesaron hasta días antes de su muerte. Sujetos desconocidos lanzaron un paquete envuelto a su casa donde funciona su negocio de venta de gas. Por precaución, Joel ordenó a su hijo no abrirlo y arrojarlo a la calle. Tal vez eso sería la advertencia de lo que le ocurriría la noche del 30 de diciembre.

ÁCIDAS DENUNCIAS

Joel Quiroz fue el principal impulsor de la vacancia del ahora ex alcalde de Chepén, Wilfredo Quesquén Terrones (APRA), quien está con orden de captura por el delito de peculado.

Lo denunció por el caso del mercado La Parada y por la compra sobrevalorada del terreno para el Terminal Terrestre de Pasajeros, valorizado en un millón de soles. Por este caso, el ex burgomaestre, en noviembre del 2014, fue condenado a 11 años de cárcel por el delito contra la administración pública. Junto con él fueron sentenciados el ex gerente municipal Jaime Guanilo Díaz, y otros cuatro funcionarios con 9 años de prisión por el mismo delito.

También denunció a la gestión saliente del alcalde David Lías Ventura ante la Fiscalía Anticorrupción de Funcionarios Públicos de La Libertad, debido a que en la comuna, a solo diez días para cerrar el año, se habían reportado gastos superiores al millón de soles en la elaboración de perfiles técnicos para la contratación de obras.

Pero recientemente, Quiroz había obtenido valiosa información que destaparía alianzas fraudulentas en la adjudicación de obras a empresas constructoras.

La última que sacó a la luz fue la obra del colegio en el poblado Santa Rosa, distrito de Pueblo Nuevo, valorizada en 5 millones de soles. En este caso denunció irregularidades en el expediente técnico y trabajos paralizados.

Por este crimen fueron detenidos como sospechosos José Arturo Castillo Alcántara (26) (a) “Cabro Arturo” y Gianmarco Escobar Sánchez (30) (a) “Marco”, pero hasta el momento la PNP no encuentra algún vínculo en la participación de ambos en el asesinato.

Uno de los delincuentes que estaría involucrado en el asesinato de Joel Quiroz, cumplirá prisión preventiva por nueve meses mientras duren las investigaciones. Se trata de Arturo Castillo Alcántara. Esto tras la decisión de la justicia de Chepén, quien encontró suficientes elementos para enviarlo tras las rejas. El sujeto será traslado en las próximas horas al penal El Milagro.

"EL CRIMEN HA VUELTO A RESURGIR"

El jefe policial, William Caballero Orrego analiza la situación: "Sé que la población exige mayor seguridad. Nosotros estamos trabajando en ello. Hemos reforzado el patrullaje en las calles pese a las limitaciones que existen como la falta de personal policial y vehículos. Pero el detalle es qué hacemos con mayor personal si no son especialistas en investigación. Lo que se requiere son agentes de inteligencia para poder contrarrestar el crimen organizado y las bandas delictivas que operan en la ciudad.

Aquí las organizaciones delictivas traen delincuentes del todo el valle (Jequetepeque) y de Chiclayo. Lamentablemente la delincuencia es un problema social en cualquier lugar, pero la Policía está presente para hacer frente a este lacra social, por ello pido a la población tenga por seguro que continuaremos trabajando para devolver la tranquilidad en las calles.

Hace dos años en la ciudad se registraban asesinatos casi a diario y se trabajó en eso con operativos frecuentes, logrando capturar a sicarios de la banda del “Paco”, a comercializadores de droga, a menores infractores de la ley y requisitoriados por diversos delitos. Lamentablemente el índice criminal ha vuelto a resurgir a fines del año pasado en Chepén, por ello el comando policial dispuso la llegada de 20 agentes policiales de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) para reforzar la seguridad".(La República)

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