
Trujillo en Línea. - El Estado, representado por el Gobierno Nacional, ha sido incapaz de enfrentar a las bandas u organizaciones criminales, que siguen extorsionando al aparato productivo y ahora exigen cupos a bodegas e incluso a docentes, criticó el alcalde provincial de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez.
“Hay que ser contundentes y drásticos en la lucha contra la criminalidad y la corrupción en el aparato público y en el sistema de justicia”, dijo, señalando que hay países donde han querido ser más blandos, por el qué dirán, pero su realidad es diferente.
Lo que menos tenemos en Trujillo y otras ciudades del país es tiempo. Se necesita intervenciones rápidas y con verdadero aislamiento para la delincuencia organizada. Ahora, con el dinero sucio, los delincuentes están interviniendo en negocios aparentemente legales o lo sacan a cuentas del extranjero, enfatizó.
Las bandas se han organizado de tal manera que han infiltrado a los poderes del Estado, que ha sido incapaz de dar solución a este problema, el que ahora no es exclusivo de Trujillo y ha llegado a Lima, pero en nuestro caso el miedo ha calado fuerte en la población y eso puede generar otro tipo de problemas, añadió.
Para el alcalde de Trujillo ‘hay un círculo vicioso y un Estado débil, sin cojones para enfrentar este problema’ y no se ha logrado disminuir los niveles de criminalidad ante esa falta de liderazgo y de visión para enfrentar este grave problema.
Le hemos entregado la administración pública a políticos que cuando llegan al poder no saben qué hacer o se hacen de la vista gorda. Bien merecidos los tenemos. El peruano debería revisar bien antes de votar. Estamos en la última tabla del examen FISE. Esos políticos nos están llevando al borde del abismo, señaló.
Las estructuras de poder criminal siguen enclavadas en la sociedad y no hay autoridades que intervengan para poner coto a esto. En la última reunión, en Lima, hemos exigido que intervengan, pero pareciera que no tiene las agallas o que por estar de salida dejan pasar las cosas.
Veo una dinámica perniciosa. La policía nacional todas las noches anda detrás de borrachitos tratando de arreglar una intervención, con honrosas excepciones, pero no controlan los vehículos que vienen con mineral aurífero y no intervienen a las bandas de criminales, que son de sobra conocidas, enfatizó.
Para Reyna hay alternativas para empezar a cambiar esto, seguir implementando a la PNP, mejorar las condiciones sociales, generar oportunidades para los jóvenes, dotar con servicios básicos a la población o resocializar a los presos Todo suma, pero en un país pobre como el nuestro hay que apuntar bien y saber invertir.
“La inversión pública debe darnos cárceles sin comunicación, con equipos especiales para aislar a los delincuentes. El tema de seguridad ciudadana es muy amplio”, acotó.
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