¿Quién podrá defendernos?

Trujillo en Línea (Por Marco La Jara Morales*).- Encontraron a un Juez Superior muerto en un hotel de mala muerte, es decir, estuvo de parranda sin conocer con quien se internaba en un “telo” para luego aparecer muerto con signos evidentes de haber sido “pepeado”.

En otra ocasión, un Juez detecta que el fiscal que participaba en una audiencia estaba intoxicado de alcohol en pleno trabajo de defensor de la sociedad, como es la obligación de los miembros del Ministerio Público.

Por otro lado, escuchamos un audio donde un alcalde incentiva la invasión de terrenos destinados a la agricultura, a través del proyecto especial Chinecas, proyecto que por años es la esperanza de trabajo de miles de pobladores de Chimbote y la región Ancash.

Escuchamos otro audio donde una congresista de la república “raja” de su lidereza haciendo notar que el cálculo político es más importante que impulsar un proyecto de irrigación que podría aliviar de la pobreza y extrema pobreza a muchos pobladores de Ancash.

Un rector es acusado de robarse más de 3 millones de soles de la universidad que dirige, tendiendo sentencias condenatorias confirmadas pero éste decide no hacerle caso a dichas sentencias y por tanto se mantiene en su puesto aun cuando la SUNEDU determinó que el vice rector asuma sus funciones y el mandamás se rehúsa a acatar dicho mandato.

Un grupo de operadores de justicia celebran un “baby shower” en las instalaciones del juzgado y lo peor es que quieren culpar a quien no tiene nada que ver en dicha celebración, sólo para proteger a sus allegados.

Todo esto es producto de la sociedad donde vivimos, sociedad que nosotros hemos contribuido en desarrollar de esta manera ya que siempre hemos buscado lo más fácil, lo básico, lo sencillo, lograr lo que nos proponemos a través de un pariente, de las amistades, del compadre o del partido y no por méritos propios.

La salud moral es considerada una cojudez, es para tontos, para aquellos que no son vivos. Si retrocedemos un poco a este status quo veremos que esto se inicia en la falta de educación y ojo que la educación no la dan los colegios sino los hogares. Es verdad también que hay muchos factores llamados “externalidades” que van a influir directa o indirectamente en la educación y ahí está la televisión, los amigos, las familias cercanas, los líderes de opinión, los líderes locales, los ídolos y muchos de éstos ya están motivados o mal motivados por nosotros mismos.

En los colegios se van a consolidar los valores siempre que tengas como maestros a personas entrenadas y capacitadas para ello y además, que reemplace a los padres en el recinto escolar; ya que los chicos interactúan más tiempo en el colegio que en la casa.

Revisemos un poco lo que estamos haciendo como agentes de la sociedad, desde lo más elemental como cruzar la calle o estacionar el carro hasta honrar la palabra y dejar de robar cable. Después no exijas ir al mundial, ni quieras vestirte de rojo y blanco y gritar Arriba Perú cuando en realidad no alientas sino desalientas.

(*) Marco La Jara Morales es Magister en Gestión Pública, abogado, docente universitario y conferencista.