
Trujillo en Línea.- La venta de mascarillas descartables se convirtieron en un negocio redondo para los ambulantes. Ellos cambiaron las prendas de vestir por los artículos de protección.
Ante las constantes lluvias, Trujillo se convirtió en una "ciudad de barro", que se va secando conforme pasan las horas, dejando polvo por todas las calles.
Debido a que las partículas de tierra producen infecciones respiratorias y alergias, los habitantes de la ciudad ya no pueden salir a las calles, sin cubrirse la nariz y la boca.
Debido a la demanda de las mascarillas, los precios de ésta se quintuplicaron. Una mascarilla que normalmente costaba 0.20 céntimos, ahora se venden a un sol por unidad. Algunas personas compran al paso, pero otros prefieren comprarlas por cajas en diferentes farmacias a 10 o 20 soles. (Redacción Central)
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