Ex soldado y centenario de Pensión 65 Reciben homenaje del Ejército Peruano

Chimbote en Línea.- Tiene 107 años de edad y cumplió su gran sueño: regresar a un cuartel militar. Don Rafael Sanjinéz Mamani, el hombre más longevo de la región Moquegua, de joven formó parte del Regimiento de Caballería del Ejército del Perú y, por ello, a propósito del Día del Padre, recibió el reconocimiento de la institución castrense.
 
Varias décadas atrás, el también usuario del Programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social – MIDIS, formaba parte de la reserva activa militar, y siempre estuvo dispuesto a servir a la Patria; como muestra de ello, aún conserva su libreta militar.
 
Esta etapa de su juventud pudo revivirla con inmensa alegría, al visitar las instalaciones del Cuartel General de la 3a Brigada Blindada en Moquegua y tener a su cargo el acto de izamiento del Pabellón Nacional.
 
La ceremonia, presidida por el General de Brigada Marco Antonio Campos Gerónimo, Comandante General de la 3ª Brigada Blindada, contó con la participación de la familia Sanjinez, así como de la jefa de la Unidad Territorial de Pensión 65 en Moquegua, Beatriz Requejo.
 
“El señor Sanjinez cumplió parte de su servicio en un regimiento de caballería en la ciudad de Tacna. Nos enorgullece que una persona como él, haya integrado el glorioso Ejército del Perú. Muchos quisiéramos llegar a su edad con esa vitalidad, energía y lucidez”, afirmó el general Campos.
 
Terminada la ceremonia, Don Rafael recorrió las instalaciones del Fuerte “La Torre”, incluyendo las cuadras-dormitorios del personal militar, y se subió a un tanque; la gran alegría que sentía por el deseo cumplido, se reflejaba en su sonrisa de niño y mirada brillosa.
 
El usuario de Pensión 65 vive en el centro poblado de Yacango, distrito de Torata, provincia de Mariscal Nieto, y el 10 de enero de este año, apagó velitas en su cumpleaños número 107.
 
Es hijo de Nicanor y de Gregoria; como ambos se dedicaban a la chacra, fue criado por su abuelo. Tuvo 7 hermanos, todos ya fallecieron; uno de ellos vivió hasta los 102 años.
 
Para ganarse la vida, se ha desempeñado en diversos oficios, por ejemplo, como peón en una hacienda; y siendo operario en minas de Toquepala, y en fundiciones de metales.
 
Aun cuando solo hizo el primer grado en la escuela, uno de los ingenieros para los que trabajó, le enseñó a sumar, restar, multiplicar y dividir.
 
Cuando su hija lo visita, le compra los medicamentos y alimentos que necesita,  con la subvención que le otorga el Estado a través del Programa Nacional de Asistencia Solidaria - Pensión 65.
 
Otras de las pasiones de don Rafael son el baile y la música; por ello, piensa que algún día podrá ir a la afamada fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno, y moverse al ritmo de la zampoñada y del charango chillador.
 
Trabajadores de Pensión 65 entregan donación a usuario
 
Mientras tanto en Lima, el también usuario de Pensión 65, David Vega Evangelista de 68 años de edad, recibió un donativo de víveres, con motivo de celebrarse el Día del Padre, recolectado por los trabajadores del Programa.
 
Don David, vive en el distrito de San Juan de Lurigancho con su esposa Victoria y a cambio de un lugar para vivir, cuida un terreno; además, de recibir la subvención económica del Estado, trabaja limpiando un taller de carpintería, con lo que puede comprar sus víveres y medicinas.
 
Mediante estas acciones, el Programa evidencia que mediante la articulación con diversas instituciones, los usuarios de Pensión 65 acceden a un proceso de envejecimiento con dignidad, basado en los ejes de envejecimiento productivo, envejecimiento saludable y envejecimiento participativo, además de recibir una subvención económica bimestral.

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